Arvejas con tomate y huevos duros: receta tradicional con toques caseros

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Descubre cómo preparar este delicioso guiso casero de arvejas con tomate y huevos duros, acompañado con papas fritas. Una receta sencilla pero llena de sabor y tradición.

Plato de arvejas con tomate y huevos duros, acompañado de papas fritas.

Receta de arvejas con tomate y huevos duros

Receta de Manuel HernándezPlato: plato principalCocina: canaria, españolaDificultad: fácil
Porciones

4

porciones
Tiempo de preparación

15

minutos
Tiempo de cocinado

30

minutos
Calorías

350

kcal
Tiempo de reposo

5

minutos
Peso por porción

300

gramos
Coste estimado

8

Tiempo total

50

minutos

En Canarias, las arvejas son lo que en otros lugares se conoce como guisantes. Son una legumbre muy apreciada en la cocina isleña, utilizada en guisos, potajes y recetas tradicionales. Suelen cocinarse con tomate, papas y huevos duros, o formar parte de platos más contundentes con carne o pescado. Aunque hoy en día se consumen principalmente congeladas, las arvejas frescas eran un ingrediente básico en las cocinas canarias. Su sabor dulce y su textura tierna las convierten en un alimento versátil y muy querido en la gastronomía del archipiélago.
Las arvejas con tomate y huevos duros son un plato lleno de sabor y tradición. Aunque no está del todo claro si forma parte oficial de la gastronomía canaria, muchas familias, como la mía, lo han preparado desde siempre. Mi madre lo cocinaba cuando yo era pequeño, y ella misma recuerda haberlo comido desde toda la vida. Es una receta sencilla, pero llena de matices, gracias al sofrito bien trabajado y la combinación de ingredientes básicos pero potentes: arvejas tiernas, salsa de tomate casera, huevos duros y papas fritas.
En este artículo, te enseñaré a preparar esta receta paso a paso, y también compartiré algunos trucos personales que harán que quede perfecta. Además, exploraremos su posible origen y cómo puedes personalizarla según tu gusto.

Ingredientes para preparar arvejas con tomate y huevos duros

  • 500 g de arvejas (pueden ser frescas o congeladas).

  • 1 cebolla grande, picada finamente.

  • 2 dientes de ajo, picados.

  • 3 tomates maduros, pelados y troceados (o 200 ml de tomate triturado).

  • 1 pimiento rojo o verde (opcional, pero aporta mucho sabor).

  • 1 hoja de laurel.

  • 1 cucharadita de pimentón dulce.

  • 1/2 cucharadita de comino en polvo (opcional, pero recomendado).

  • Aceite de oliva virgen extra.

  • Sal y pimienta al gusto.

  • 4 huevos duros.

  • 2 papas grandes, peladas y cortadas en cubos.

Cómo preparar arvejas con tomate y huevos duros

  • Cocer las arvejas
    En una olla grande, hierve agua con sal y cocina las arvejas hasta que estén tiernas. Dependiendo de si son frescas o congeladas, pueden tardar entre 10 y 20 minutos. Una vez listas, escúrrelas y resérvalas.Arvejas guisando en un caldero con agua y sal.
  • Preparar el sofrito y la salsa de tomate
    Este paso es clave para que el plato tenga el mejor sabor.
        1. En una sartén con aceite de oliva, sofríe la cebolla y el ajo a fuego medio hasta que estén dorados.
        2. Añade el pimiento picado (si decides usarlo) y cocina unos minutos más.
        3. Incorpora los tomates troceados o el tomate triturado, junto con la hoja de laurel, el pimentón dulce y el comino.
        4. Cocina a fuego medio hasta que la salsa espese un poco. Un truco personal es pasarla por un pasapurés para obtener una textura más fina y homogénea.Sofrito de cebolla, ajo y pimiento verde en una sartén.
  • Unir la salsa con las arvejas
        1. En la misma olla donde cociste las arvejas, descarta el agua y añade la salsa de tomate ya pasada por el pasapurés.
        2. Cocina todo junto a fuego lento durante unos 5 minutos, removiendo para que los sabores se integren.Pasando salsa de tomate por el pasapurés para obtener una textura suave.
  • Freír las papas
    Mientras el guiso se termina de cocinar:
        1. Pela y corta las papas en cubos medianos.
        2. Fríelas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas.
        3. Retíralas y ponlas sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
        4. Agrega un poco de sal inmediatamente después de sacarlas del aceite.Papas fritas cortadas en cuadrados, doradas y crujientes.
  • Preparar los huevos duros
        1. Hierve los huevos en agua durante 10 minutos.
        2. Enfríalos en agua fría para que la cáscara se desprenda más fácilmente.
        3. Pélalos y pícalos en trozos o córtalos en rodajas, según tu preferencia.Huevos duros guisados en un caldero
  • Servir el plato
        1. Sirve una base de arvejas con tomate bien caliente.
        2. Añade las papas fritas encima.
        3. Coloca los huevos duros picados por encima.
        4. Opcionalmente, puedes decorar con perejil fresco picado para un toque de color y frescura.Arvejas con tomate terminando la cocción

Con qué acompañar las arvejas con tomate y huevos duros

  • Maridaje: Este plato combina muy bien con un vino blanco seco o un tinto joven.
  • Pan recomendado: Un buen pan rústico o una baguette crujiente son ideales para mojar en la salsa.
  • Acompañamiento extra: Si quieres una comida más completa, sírvelo con una ensalada fresca de lechuga, cebolla y aguacate.

Si te ha gustado esta receta, te invitamos a explorar otros platos principales tradicionales de la gastronomía canaria. Conoce más sobre los sabores auténticos de las Islas y aprende a prepararlos en casa.

¿Es una receta tradicional canaria?

La receta de arvejas con tomate y huevos duros son un plato muy común en la cocina casera de Canarias, pero su origen exacto no está del todo claro. Aunque en muchos hogares se ha preparado desde siempre, no hay una documentación formal que la sitúe dentro del recetario oficial de la gastronomía canaria. Sin embargo, su presencia en libros de cocina y blogs de recetas locales sugiere que es una comida arraigada en la cultura culinaria de las islas.

En Canarias, el término arvejas compuestas hace referencia a preparaciones que combinan estas legumbres con otros ingredientes para crear platos reconfortantes y nutritivos. La base del guiso —un sofrito de tomate, cebolla y especias— es una técnica común en muchas recetas tradicionales canarias, como el puchero o los guisos de legumbres. Además, la costumbre de acompañar los platos con papas fritas y huevos duros es típica en muchas recetas de las islas, lo que refuerza la idea de que esta versión tiene una fuerte influencia local.

También hay que considerar que las arvejas, como ingrediente, no son exclusivas de Canarias. En la península ibérica y en otras regiones mediterráneas, es común encontrar guisos similares que combinan arvejas con tomate y huevo. Sin embargo, la variante canaria se distingue por el uso de papas fritas y, en algunos casos, por la incorporación de comino, un condimento muy utilizado en la cocina isleña.

Por lo tanto, aunque puede que esta receta no figure en los listados oficiales de platos típicos canarios, su popularidad en los hogares y su similitud con otras preparaciones locales la convierten en una de esas recetas que han pasado de generación en generación, formando parte del recetario familiar de muchas casas en el archipiélago canario.

Consejos y variaciones para mejorar la receta

Esta receta la puedes adaptar a tu gusto sin perder su esencia. A continuación, te comparto algunos consejos y variaciones para mejorarla y darle un toque único.

1. Intensifica el sabor del guiso

Si quieres que el plato tenga un sabor más profundo y aromático, puedes hacer algunos ajustes en la cocción:

  • Añade un caldo casero en lugar de agua para cocer las arvejas. Un caldo de verduras o de pollo realzará el sabor de la preparación.
  • Sofríe las especias antes de agregar el tomate, especialmente el pimentón y el comino. Esto ayuda a potenciar sus aromas y dar un gusto más intenso al guiso.
  • Incorpora un toque de vino blanco al sofrito y deja que se evapore antes de añadir las arvejas. Esto aportará un ligero matiz ácido y más profundidad al plato.

2. Alternativas para las papas fritas

Las papas fritas son un acompañamiento clásico, pero si prefieres una versión más ligera o simplemente quieres probar algo diferente, aquí tienes algunas opciones:

  • Papas al horno: Corta las papas en cubos y hornéalas con un poco de aceite de oliva hasta que estén doradas. Mantendrán su textura crujiente con menos grasa.
  • Papas sancochadas: Si buscas una opción más saludable, puedes cocer las papas en agua con sal y agregarlas directamente al guiso. Absorberán los sabores de la salsa y quedarán tiernas.
  • Papas arrugadas: Si quieres darle un giro más canario, acompaña el guiso con papas arrugadas.

3. Opciones para variar la proteína

Aunque los huevos duros son el complemento tradicional de este plato, hay otras formas de enriquecerlo con proteínas:

  • Chorizo o panceta: Si quieres una versión más contundente, puedes añadir chorizo en rodajas o panceta en cubos al sofrito. Esto dará un sabor ahumado y un toque extra de grasa que hará que la salsa sea aún más sabrosa.
  • Atún en conserva: Una opción rápida y deliciosa es agregar atún en aceite al final de la cocción, justo antes de servir. Se mezclará con la salsa de tomate y aportará un sabor suave y agradable.

4. Ajusta la textura y la consistencia

Dependiendo de tu preferencia, puedes jugar con la textura de la salsa y del guiso en general:

  • Para una salsa más fina, pásala por un pasapurés o bátela con una batidora antes de mezclarla con las arvejas. Esto le dará una textura más suave y uniforme.
  • Si prefieres una salsa más espesa, deja que el guiso se cocine unos minutos más a fuego lento para que el líquido se reduzca. También puedes añadir una cucharadita de harina de maíz disuelta en agua para espesar la salsa sin alterar el sabor.
  • Para una versión más caldosa, añade un poco más de caldo y sirve el plato como un guiso de cuchara, ideal para los días fríos.

5. Dale un toque de frescura con hierbas y especias

Aunque el comino y el pimentón son los condimentos más utilizados en esta receta, puedes experimentar con otros sabores:

  • Cilantro fresco: Si quieres darle un aire más fresco y herbal, añade un poco de cilantro picado al final de la cocción.
  • Tomillo o romero: Estas hierbas aportan un aroma rústico y combinan bien con la base de tomate del guiso.
  • Pimienta cayena o guindilla: Si te gusta el picante, añade un toque de cayena o una guindilla pequeña al sofrito para un extra de intensidad.

6. Otras versiones según la región o el gusto personal

Este plato tiene muchas variantes según la región o el estilo de cocina de cada persona. Aquí algunas ideas para darle un giro interesante:

  • Versión vegetariana o vegana: Si quieres hacer una versión sin productos de origen animal, simplemente omite los huevos y acompaña con tofu en cubos o más verduras, como zanahorias o pimientos asados.
  • Inspiración en la cocina marroquí: Puedes añadir garbanzos, especias como cúrcuma y jengibre, y servirlo con cuscús en lugar de papas fritas.
  • Estilo mediterráneo: Prueba con aceitunas negras y alcaparras para un toque más mediterráneo, o incluso agrega queso feta desmenuzado al servir.

Ahora dime, ¿te animas a prepararla? ¡Cuéntame cómo te quedó!

Preguntas frecuentes sobre la receta de arvejas con tomate y huevos duros

¿Se pueden usar arvejas congeladas en lugar de arvejas frescas?

¡Por supuesto! De hecho, muchas veces uso arvejas congeladas porque son prácticas y mantienen su sabor y textura. No hace falta descongelarlas previamente, simplemente las añado directamente a la receta y ajusto un poco el tiempo de cocción hasta que estén bien tiernas.

¿Qué tipo de tomate es más recomendable para esta receta?

Para mí, lo mejor es usar tomates maduros y carnosos, como el tomate pera o el tomate rama. Estos tienen menos agua y más pulpa, lo que ayuda a que la salsa quede espesa y con un sabor más intenso. Si los tomates son muy acuosos, la salsa puede quedar demasiado líquida.

¿Cómo puedo hacer que la salsa de tomate quede más espesa?

Si quieres una salsa bien densa y con cuerpo, hay varias formas de lograrlo. Yo suelo cocinarla a fuego lento para que el líquido se reduzca de manera natural. También puedes agregar una cucharada de puré de tomate o incluso triturar algunas arvejas para darle más textura sin alterar el sabor.

¿Puedo sustituir los huevos duros por otra proteína?

¡Claro! A veces cambio los huevos duros por huevos escalfados, que quedan deliciosos con la salsa. Si buscas una opción vegetariana, el tofu es una alternativa interesante porque absorbe bien los sabores. Y si quieres una versión más completa, puedes agregar pollo desmenuzado, que combina perfectamente con las arvejas y la salsa.

¿Cuánto tiempo tardan en cocinarse las arvejas para que queden en su punto?

Depende del tipo de arveja. Las frescas suelen estar listas en unos 5 a 10 minutos, mientras que las secas necesitan un poco más de trabajo. Si usas arvejas secas, hay que remojarlas antes y luego cocerlas durante unos 45 minutos o hasta que estén tiernas. Las congeladas, en cambio, se cocinan rápido, en unos 5 minutos.

¿Qué especias o hierbas aromáticas combinan mejor con esta receta?

El comino y la pimienta negra son infaltables en mi cocina cuando preparo este plato. También me gusta añadir laurel para darle un aroma más profundo. Y si quiero un toque fresco, termino el plato con un poco de tomillo o perejil picado.

¿Es posible hacer esta receta sin aceite o con una opción más ligera?

Sí, se puede hacer sin aceite. En lugar de sofreír los ingredientes con aceite, puedes usar un poco de caldo de verduras. Yo lo he probado y queda muy sabroso, aunque con un sabor un poco diferente. También puedes reducir la cantidad de aceite y seguir disfrutando de una receta ligera sin perder mucho sabor.

¿Cuánto tiempo se puede conservar en la nevera esta receta?

En la nevera, bien guardada en un recipiente hermético, dura hasta 3 días sin problemas. A la hora de recalentar, prefiero hacerlo a fuego lento para que conserve bien su textura y sabor, aunque también se puede usar el microondas.

¿Se puede congelar este plato una vez preparado?

Sí, lo congelo a menudo cuando preparo una cantidad grande. Lo ideal es guardarlo en porciones individuales en recipientes herméticos. Así dura hasta 3 meses en el congelador. Para consumirlo, lo mejor es descongelarlo en la nevera y luego calentarlo a fuego medio hasta que esté bien caliente.

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