Disfruta de unos camarones cocidos llenos de sabor y tradición canaria, listos en pocos minutos y perfectos para compartir con tus mejores amigos

Los camarones cocidos al estilo canario son uno de esos bocados sencillos que no pueden faltar cuando se quiere empezar una comida con sabor a mar. Son ideales para compartir, fáciles de preparar y encajan perfectamente dentro de la amplia variedad de aperitivos tradicionales de las Islas Canarias, donde cada receta tiene su propia historia. Si te interesa descubrir más ideas para abrir el apetito al estilo isleño, aquí puedes ver otras propuestas igual de auténticas y sabrosas.
Receta tradicional de camarones cocidos al estilo canario
Plato: entranteCocina: canaria, españolaDificultad: muy fácil4
porciones5
minutos2
minutos90
kcal5
minutos125
gramos14,00
€12
minutosNo sé si es por costumbre o por nostalgia, pero hay algo que me encanta al pelar camarones con las manos. El crujidito del caparazón, la sal pegada a los dedos, ese olor a mar que se te queda en la piel… Es algo tan simple, y a la vez tan especial.
En casa siempre los hemos preparado así, cocidos con sal gorda y servidos tal cual, sin más adornos. Los recuerdo sobre todo en días tranquilos, sin prisas, cuando lo importante no era tanto el plato en sí, sino el momento: charla, sol, una cerveza fría y esa sensación de que el tiempo se detiene un rato.
Hoy en día, hay un lugar donde los disfruto cada vez que puedo, en un bar junto a la plaza de la Basílica de Candelaria, en Tenerife. Me siento en el exterior, pido una ración y una cerveza Dorada bien fría, y simplemente me dejo llevar. No necesito nada más. Esa combinación de sabor, mar y sencillez me sigue pareciendo insuperable.
Y si tú también quieres revivir ese sabor en casa, aquí te cuento cómo prepararlos y cómo lograr que, al probarlos, te llegue un poquito de ese aire cálido del sur de Tenerife.
Ingredientes para preparar camarones cocidos al estilo canario
500 g de camarones frescos (o congelados de buena calidad, descongelados lentamente en el refrigerador)
Sal gruesa marina (idealmente sal de las salinas canarias, como la de Lanzarote o Fuerteventura)
1 hoja de laurel (opcional, para un toque aromático)
Agua abundante
Hielo (para el baño de enfriado tras la cocción)
Limón (opcional, para servir)
Cómo hacer camarones cocidos al estilo canario paso a paso
- Una receta rápida y sencilla para disfrutar del auténtico sabor del mar canario en solo unos minutos.
- 1. Prepara el agua:
Llena una olla grande con abundante agua (al menos 2-3 litros para 500 g de camarones). Añade un buen puñado de sal gruesa (aproximadamente 50-60 g por litro de agua) para que el agua tenga una salinidad similar a la del mar. Si usas laurel, incorpóralo ahora, y a continuación lleva el agua a ebullición fuerte.
2. Cocer los camarones:
Cuando el agua esté hirviendo a borbotones, añade los camarones de una vez. Cocina durante 1-2 minutos (dependiendo del tamaño). Los camarones estarán listos cuando cambien a un color rosado brillante y empiecen a flotar. ¡No los sobrecocines para que queden jugosos!
3. Enfriar rápidamente:
Retira los camarones con una espumadera y sumérgelos inmediatamente en un recipiente con agua fría con hielo. Esto detiene la cocción y mantiene la textura tierna, además de ayudarte posteriormente a pelarlos con más facilidad.
4. Servir:
Escurre bien los camarones y espolvorea un poco más de sal gruesa por encima para realzar el sabor. Sírvelos fríos en una fuente. Puedes acompañarlos con gajos de limón para exprimir al gusto.
Notas importantes al preparar y disfrutar los camarones al estilo canario
- Usa camarones frescos si es posible: su sabor y textura son mucho más intensos que los congelados. Si usas congelados, descongélalos lentamente en la nevera.
- El tiempo de cocción es clave: bastan 1-2 minutos. Si te pasas, se endurecen y pierden jugosidad.
- Enfríalos inmediatamente: pásalos por agua con hielo para cortar la cocción y mantener su textura firme.
- La sal gruesa es fundamental: imita el agua de mar y realza el sabor natural del camarón. Evita usar sal fina.
- No necesitan mucho aderezo: su sabor destaca por sí solo. Si quieres, puedes añadir unas gotas de limón justo antes de servir.
- Se comen con las manos: forma parte de la experiencia canaria tradicional. Ideal para compartir en reuniones informales o como tapa en casa.
- Maridaje perfecto: acompáñalos con una cerveza bien fría o un vino blanco seco o afrutado (como un malvasía de Lanzarote o La Palma).
- Ten servilletas o toallitas a mano: al comerlos con las manos, es importante cuidar la experiencia del comensal.
¿Por qué los camarones cocidos son un manjar en Canarias?
Aquí, donde el mar lo marca todo; el carácter, la mesa, hasta el ritmo de vida, no es raro que algo tan sencillo como un puñado de camarones cocidos tenga tanto valor.
En cualquier isla, es fácil encontrarlos en los bares cerca del mar. Te sientas en una terraza, pides una caña, y al rato te traen una ración de camarones recién cocidos, con su sal gruesa y nada más. Te los comes con las manos, sin prisas, dejando las cáscaras en un cuenco mientras hablas con los tuyos. Esa escena es muy de aquí.
Lo bueno del camarón es que no necesita adornos. Ni salsas raras, ni decoraciones de revista. Tiene ese sabor a mar, limpio y directo, que ya lo dice todo por sí solo. Y si son frescos, que muchas veces lo son, porque se pescan en aguas del archipiélago con artes tradicionales como los reteles, hasta crujen un poco al morderlos. A veces les echo un poco de limón, pero ni eso hace falta.
Comer camarones así, tal cual, es más que una tapa, es una forma de vivir la comida. Sentarse, compartir, no tener prisa. Aquí no se trata solo de lo que hay en el plato, sino de todo lo que pasa alrededor. Por eso, para muchos de nosotros, son un verdadero manjar.
Selección del camarón
Para que unos camarones cocidos salgan perfectos, lo primero es elegir bien la materia prima. Aquí no hay margen para lo mediocre, el camarón fresco es la mejor opción sin la menor duda, pero si no lo consigues fresco, podrías usar congelado. Si en tu zona de residencia no puedes conseguir los camarones de Canarias, podrías usar quisquillas, que aunque algo diferentes también se hacen de la misma manera y quedan realmente deliciosas.
¿Qué debes buscar?
- Frescura: los camarones deben tener un olor a mar limpio, sin rastros de amoníaco.
- Color: tonos brillantes, sin manchas negras ni opacidad.
- Textura: firmes al tacto, que no estén muy blandos ni den sensación de gelatina.
Curiosidades y beneficios nutricionales del camarón
Además de ser una delicia, los camarones canarios cocidos son un alimento muy nutritivo. Tienen un bajo contenido en grasa, son altos en proteínas de buena calidad y aportan minerales como el zinc, el selenio y el yodo. También son una buena fuente de vitamina B12 y omega-3, especialmente cuando se cocinan sin añadidos.
Curiosidades:
- En Canarias, los camarones se capturan tradicionalmente con nasa o reteles.
- Su temporada alta suele ser en primavera-verano, aunque pueden encontrarse casi todo el año.
- La tradición de servirlos con cerveza o vino blanco está tan arraigado que muchos bares de playa los incluyen como “combo fijo” en sus cartas.
Preguntas frecuentes sobre cómo cocer camarones al estilo canario
En Canarias, lo más común es utilizar camarones locales capturados en aguas del Atlántico, especialmente con artes tradicionales como los reteles. Son camarones de tamaño pequeño, pero muy sabrosos, y suelen encontrarse frescos en los mercados de las islas. Este marisco destaca por su sabor intenso, ideal para cocer sin añadir apenas nada más que sal. Si no los consigues frescos, puedes optar por camarones congelados, aunque el resultado no será tan auténtico como con los recién pescados.
El tiempo de cocción es corto: entre 1 y 2 minutos desde que el agua rompe a hervir. En cuanto el color cambia a un tono rosado intenso, hay que retirarlos del fuego de inmediato y enfriarlos rápidamente con agua con hielo o en un colador bajo el grifo. Esto evita que se pasen y queden secos. La clave está en no distraerse: cuanto más fresco el camarón, menos necesita para estar en su punto justo.
En la receta tradicional canaria, la sal gruesa se añade justo al agua cuando empieza a hervir, antes de echar los camarones. También es habitual espolvorear un poco más al sacarlos, para potenciar ese sabor a mar. La idea es que el camarón quede sabroso sin estar salado en exceso. En ningún caso se recomienda cocerlos sin sal, ya que perderían parte de su esencia.
Aunque los camarones cocidos se suelen comer tal cual, sin salsas, en Canarias es habitual tener a mano un mojo verde suave o unas gotas de limón. Pero cuidado: no se trata de cubrir el sabor, sino de realzarlo un poco. Lo importante es que el camarón sepa a camarón. Si te gusta innovar, puedes servirlos con un alioli suave, aunque eso ya se aleja un poco de la forma tradicional canaria.
Lo más típico es servirlos en una bandeja o plato llano, recién cocidos, con un poco de sal por encima. No se pelan en cocina: cada comensal lo hace con las manos, al momento. Se suelen acompañar de una cerveza bien fría, pan y una buena charla. Es un plato para compartir, ideal para un picoteo informal frente al mar, en una terraza o en casa con amigos. No necesitas más para disfrutar de esta receta.
Sí, se pueden usar sin problema, siempre que los descongeles bien antes de cocinarlos. Lo ideal es dejarlos en la nevera durante unas horas o toda la noche para que se descongelen de forma lenta y segura. Si los cocinas aún medio congelados, pueden soltar agua de más y perder esa textura firme que los hace tan agradables al comer. Si están bien descongelados, el sabor final será muy similar al de unos camarones frescos.
Depende del momento y del gusto de cada uno. Servidos en caliente tienen un aroma más intenso y una textura más suave, perfectos si los vas a comer nada más salir del fuego. Pero también están muy buenos en frío, sobre todo en días de calor o como parte de un picoteo. En muchos bares canarios los verás fríos, acompañados de una cerveza bien fresquita. Ambas formas son válidas y deliciosas.
Sí, la receta funciona también con gambas, langostinos o incluso cigalas pequeñas. Solo tienes que ajustar el tiempo de cocción según el tamaño del marisco. Por ejemplo, unos langostinos grandes necesitarán uno o dos minutos más. La clave está en no pasarte con la cocción para que queden jugosos y no se pongan secos o gomosos.
Sí, puedes guardarlos en la nevera sin problema. Lo mejor es ponerlos en un recipiente cerrado para que no cojan olores. Aguantan bien de un día para otro, aunque lo ideal es comerlos lo antes posible. Pasadas 24 horas, el sabor sigue estando rico, pero ya no es tan fresco como recién hechos. Si te sobra una ración, consúmela al día siguiente y no más tarde.

Manuel Hernández
Cocinero autodidacta y apasionado de la gastronomía canaria
Manuel lleva años investigando, cocinando y compartiendo recetas tradicionales de las Islas Canarias. Sus platos combinan tradición, sabor y una pizca de creatividad casera. Ver perfil completo →